Por Gustavo Sosa Secretario Adjunto de ATE Caleta Olivia.
La extraña dama fue una laureada telenovela argentina que se emitió en 1989, protagonizada por Luisa Kukiok. El mismo titulo podría corresponder, casi 30 años después, a otra telenovela, lejos del amor, y más cerca del sufrimiento. Esta vez, la extraña dama es protagonizada por Alicia Kirchner, que absolutamente ajena y extraña por primera vez desde que es gobernadora visito oficialmente la ciudad de Caleta Olivia.
La visita, lejos de lo que los ciudadanos podían haber esperado, fue “entre gallos y medias noches”, el pueblo en general no se enteró de esta venida. Evidentemente, la extraña dama ya no es feliz con el calor del que dice que es su pueblo.
La extraña dama no vino a ponerse al frente de los problemas más graves de la zona norte de Santa Cruz, como son la falta de agua, contaminación cloacal, perdida de días de clase, la calamidad en que han convertido la Salud publica o el olvido del sistema de justicia. Lo sabemos, vino para hacer algunas fotos y “mostrarse una tranquila mañana de domingo”
Lo que vino a hacer o anunciar, es de escasa trascendencia para la vida del ciudadano medio. Como siempre, el tema del agua, declaraciones vacías, carentes de planificación. Una planta de osmosis que resulta poco adecuada por su altísimo costo operativo, la calidad del agua de mar con alto sedimento acortaría la vida de los onerosos filtros, lo que aumentaría más sus costos y finalmente la ausencia de red eléctrica de alta tensión que la abastezca. ¿en que cabeza entra construir una planta de altísimo consumo eléctrico sin fuente de energía?.
Ni hablemos del acueducto del Lago Buenos Aires, que reclamó no se encuentra en la obras del presupuesto nacional. Ni tampoco lo estuvo en los 12 años de la “década ganada”. Seguiremos con la falta de agua, reparando un acueducto que ya es “un solo parche”, con notables problemas, construido en la gestión K, con profundas sospechas en su realización.
El EICO, ni opinar. Aulas de “material ligero”. Instalaciones precarias. No es para estar satisfecho, señora gobernadora. Debiera avergonzarse por lo que quedo de uno de los colegios mas prestigiosos de la ciudad.
Finalmente, habría que pensar en lo que la gobernador NO dijo. No hablo de los trabajadores del estado, ni del atraso en el incremento de sus sueldos, no hablo que un trabajador de la ex 591 cobra un salario por debajo del limite de la pobreza. Tampoco recordo el atrazo en el pago de los jubilados, ni se acordó que el ciclo lectivo 2017 aun no concluyo, y como vienen las cosas, el 2018 sea igual o peor. NO nombro la catastrofe que se aproxima en muy corto plazo con la salud publica, donde dio la orden de ajustes, y con ello se avecinan renuncias masivas de profesionales, perdida de servicios, suspensión de prestaciones de guardia, etc.
Cáscaras vacías, eso tendremos. Tendremos un colegio sin docentes. Un hospital sin médicos, y una planta de osmosis que nunca solucionará el problema del agua.
Jean Jacques Rousseau, en su libro “el contrato social”, que fue base filosófica en lo patriotas de la Revolución de Mayo, nos recordaba que el respeto y la obediencia a los gobernantes se basaba en el cumplimiento de funciones especificas. De esta manera, por un “contrato tácito”, cambiamos nuestra libertad absoluta por seguridad, educación, vivienda, etc. Hoy el gobierno de la Sra. Kirchner ya no da Salud, no da seguridad, ni educación, ni vivienda. Es posible, que los ciudadanos, ya cansados de mantener una “familia real”, entronada hace ya 30 años en la provincia decida que es tiempo de realizar una revolución pacifica en las urnas y terminar con décadas de mentiras.
Prensa ATE Caleta Olivia
